La familia Bernal, adultos y niños, fumigan las flores con pesticidas sin ninguna protección. Sólo Alejandro, de 18 años, no ayuda porque padece retraso mental FOTO: Foto: Patricia Aridjis
Por el temor a que su mente sin rumbo lo orille a perderse o lo lastimen, Alejandro se queda amarrado a su cama. AsÃ, su mente y su cuerpo están atados. FOTO: Foto: Patricia Aridjis
La floricultura ha marcado la vida de Olivia. Nació sin antebrazo, pero esto no le impide andar en bicicleta, jugar futbol y ser productiva. FOTO: Foto: Patricia Aridjis